Como parte de una asignatura dada en clase, me he propuesto leer los blogs de mis compañeros de clase. Allí pude encontrar diversidad de opiniones y argumentos que proponen estos sobre los diversos temas asignados en clase. No obstante, me llamó mucho la atención la entrada que realizó mi compañera Verónica Acevedo titulada “Forma, resultado de la estructura”. Y es que en esta me sentí identificada.
Para empezar, su entrada comienza exponiendo que muchas personas entienden que la forma que tiene un edificio es la precursora de las decisiones tomadas en el interior y que no siempre es así. Yo en lo personal estoy totalmente de acuerdo con esto. Cierto es que el crear una volumetría que responde a las necesidades o intenciones del interior de un proyecto son medidas extraordinarias, pero no existe una regla que diga que siempre este será el caso.
En mi caso particular, durante este semestre desarrolle un edificio que va acorde a la percepción de mi compañera acerca de que un concepto puede ser el que defina la forma de un edificio y en su interior este no guardar relación con la forma o fachada. En mi caso, trabajé con el concepto de un contenedor por lo que sentí adecuado trabajar mi fachada de manera que cubriera todo el perímetro y que a su vez escondiera la actividad y arquitectura del interior del establecimiento para así crear el elemento sorpresa en este. A diferencia de la fachada con elementos rectos que impide la lectura de la actividad que ocurre en el interior de mi edificio, creo un espacio interior lleno de curvas transparentes que permiten la visibilidad entre espacios y que brinda una sensación de espacio mas libre. A su vez, creo diversas aperturas curvas en el techo acompañadas de un roof top que también tienes curvas presentes que dan una lectura de lo que ocurre en el interior a aquel que vea el edificio desde las alturas ya sea en un avión o en algún edificio vecino. Esta movida la creo por decisión propia, o como dice mi compañera, lo hice por capricho, no porque respondiera con la fachada, sino porque entendí que iba con la idea del concepto cual era esconder una realidad que pasa en el edificio pero no dejándolo expuesto del todo.
Y es que así mismo como lo plantea Verónica, la decisión de si la forma de un edificio responde o no al interior queda a total discreción del diseñador, de su intención, de su concepto y de su estilo de diseñar.
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